jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Necesitás Asesoramiento en Imagen?

                    

                                                  

  

                 ¡Elegí lo que más te convenga!


Adriana

Una asesora o consultora en imagen puede ayudarte a pulir o a encontrar o renovar tu imagen personal, profesional y empresarial. 
En esta entrada te damos las herramientas para poder determinar qué tipo de asesoría se ajusta a la imagen que estás buscando.






 Podemos trabajar con la imagen a corto o mediano plazo, aunque puede suceder que el cliente quiera sólo un cambio "express", orientado a un acontecimiento o momento puntual.


Una consultora en imagen personal y profesional puede mejorar el look del cliente y aprovechar al máximo sus fortalezas, puede asesorarlo en el ámbito social, profesional o de negocios y mejorar sus habilidades comunicativas. El cliente podrá pedirle a la consultora que oriente la transformación de su imagen personal o profesional hacia la comunicación oral o escrita, dependiendo del objetivo que desee alcanzar. 

Si la consulta es sobre imagen empresarial, la consultora puede realizar una auditoría de imagen, que tendrá como resultado conocer los puntos débiles y fuertes para poder iniciar el camino hacia una imagen renovada.



El proceso empieza con una entrevista en donde profesional y cliente se conocen. La consultora le formulará determinadas preguntas, para tener un panorama aproximado de lo que quiere y luego, usará esa información para comenzar un trabajo "de ida y vuelta con el cliente" y comprender cuáles son sus necesidades reales.

Muchos consultores “fashionistas” (apasionados y estudiosos de la moda) ayudan a formar un guardarropa básico y orientan al cliente sobre qué usar en cada ocasión; algunos se autodenominan "personal shoppers", porque van de compras con el cliente y le ayudan a elegir la ropa y los accesorios que más le convienen.



Otros, hacen un análisis exhaustivo de las características físicas del cliente y determinan los colores que más lo favorecen. A partir de allí, se planifica la ropa y los accesorios apropiados, desde la bijou hasta los anteojos y las medias.







Los consultores que tienen estudios o títulos relacionados con otras áreas de trabajo, además de focalizarse en lo que el cliente le pide, analizan ciertas “debilidades” en el ámbito de su especialidad y lo asesoran a ese respecto. Algunos, en esta instancia y para implementar el proceso de cambio a seguir, derivan el trabajo especializado a otros profesionales.


En ocasiones, consultores y clientes  “chocan“ por diversas razones: puede que el cliente sea demasiado prejuicioso o rígido en sus conceptos y que venga a consultarnos influenciado por una nota que leyó en una revista o porque asistió a un evento público y se “enamoró” de un vestido o de un traje ¡divino! que tenía tal actriz o tal figura internacional, sin tener en cuenta que ese "outfit" no fue diseñado ni pensado para su tipología física ni para su estilo personal. También puede suceder a la inversa, que en lugar de estar "despojado"  de cualquier pre concepto (como corresponde) y escuchar atentamente, sea el mismo profesional el que intenta imponer "su" propio estilo a todos los clientes, indiscriminadamente, con lo cual, la interacción se vuelve aún más complicada.



Nobleza obliga, los varones son “espíritus más maleables” para trabajar. Algunos llegan a la consulta derivados por una mujer de su entorno, pero no tienen ni idea de lo que significa la imagen, por lo que están en un estado de “escucha activa”, sumamente beneficioso para interactuar con la consultora. Otros, llegan convencidos de que la imagen sí importa y tienen una visión realista de sí mismos y menos complicada que la de muchas mujeres, que a veces, pretenden cambiar la imagen para disimular o tapar otras cuestiones o, lo que es peor, vienen a hacer la consulta, pero, en verdad, ¡no están abiertas al cambio! 



En definitiva, ya sea varón, mujer, transexual o travesti, si el cliente se resiste y no escucha o no accede a determinadas cuestiones, los resultados serán, seguramente, desastrosos. Por eso, es muy importante que el cliente elija cuidadosamente al profesional con quien va a iniciar la construcción de su nueva imagen y que, además, confíe plenamente en la visión de la consultora que eligió. A su vez, también es vital que el profesional capte rápidamente el tipo de “imagen y estilo” que tiene ante sus ojos, para evaluar y decidir si va a brindarle su asesoramiento profesional.

Adriana

¡Como verán, la imagen sí importa; por eso, este trabajo es apasionante! Al menos, lo es para mí, porque me place saber que a través de una tarea conjunta, el cliente terminará plasmando "su" mejor imagen para aprovecharla al máximo y porque, además, ¡me encanta hacerle un mimo al alma de la persona que me consulta!