Estilo "A"

De Argentina al mundo... ¡PASEN Y VEAN!

martes, 20 de diciembre de 2011

Los Caminos de la Vida. Parte II

Esquina Homero Manzi
Un camino de mil km. empieza con el primer paso

¡Hola!

Les decía en la entrada anterior que siempre, no importa la edad que tengamos, podemos empezar a conectarnos con el niño que alguna vez fuimos, porque es ese niño interior el que nos va a guiar por nuevos y mejores caminos.

Pero para empezar a sentir esa unión, debemos observarnos a consciencia... 
Y cuando el niño que fuimos comprenda que podemos vivir un renacimiento, y que igual que los alquimistas, estamos listos para convertir cualquier metal en oro, podremos re-inventarnos, como adultos, tantas veces como nos plazca y gozar del nuevo camino elegido...




Y qué mejor que comenzar a "mirarnos" ahora que estamos muy cerca de Navidad, ya que en esta fecha, históricamente, los humanos celebramos el nacimiento de la luz y la muerte de las tinieblas.


Si recorremos las distintas religiones, nos encontramos con algunos 
"redentores" coincidentes en sus atributos, como Horus, Buda, Mitra, Cristo o Krishna. Si creemos en ellos, apelemos a su "luz" para que nos ilumine, pero sin olvidar a nuestro "redentor" interior.


¡Recibamos el nuevo año, llenos de expectativas e ilusiones y dejemos que nuestro niño interior nos guíe por un camino de prosperidad y felicidad!


¡Felicidades para todos!

Publicado por Adriana Pibai en 15:05 No hay comentarios:
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sábado, 5 de noviembre de 2011

Los Caminos de la Vida. Parte I


Hoy, más que nunca, creo que la vida nos conduce por caminos insondables...

Muchas veces sentimos que tocamos fondo y que más abajo no podemos ir, pero es en esos momentos de profundas crisis y desesperación cuando tenemos que buscar, en primer lugar, ayuda de las personas que más nos quieren.

En segundo lugar, debemos aprovechar a los profesionales que estén a nuestro alcance, ¡porque para algo estudiaron! Ellos, seguramente, nos van a brindar sus mejores herramientas para aliviar nuestros dolores, ya sean físicos o psicológicos.

En tercer lugar, creo que, siempre, no importa la edad que tengamos, podemos empezar a conectarnos con el niño que alguna vez fuimos porque es ese niño interior el que nos va a guiar por nuevos y mejores caminos. 
Él nos hará saber qué cosas nos divertían cuando jugábamos y qué cosas nos decían los adultos cuando hacíamos tal o cual cosa.
¿Nos incentivaban cuando cantábamos, bailábamos, cosíamos, desarmábamos los juguetes, inventábamos perfumes, mirábamos obsesivamente las estrellas, curábamos a nuestros muñecos o escribíamos en un pizarrón las tablas de multiplicar o, por el contrario, cada vez que jugábamos a juntar el agua con el aceite, a arreglar un tractor o a crear una nueva bandera, nos desanimaban o  intimidaban? 
Estoy convencida de que muchas veces, un buen recuerdo de cómo nos alentaban de chicos, es útil a la hora de encarar una profesión, pero al mismo tiempo y aunque parezca increíble, el mal recuerdo de cómo nos desalentaban cuando, repetidamente, hacíamos algo que no estaba dentro del parámetro de los adultos que nos rodeaban, puede ser sumamente importante a la hora de elegir nuestro camino en la vida. 

Si cada vez que tocabas la guitarra o escribías un cuento, te decían que la vida "no era éso", que la vida era otra cosa, que sería mejor que "te sacaras esas pavadas de la cabeza" y para vos nunca estuvo claro cuál era "esa otra cosa", es muy probable, que, sin querer, esos adultos estuvieran diciéndote, "aunque por la negativa", ¡sos muy bueno en lo que hacés, pero nos enoja mucho que por estar entretenido "todo el tiempo" en eso, no nos prestes atención ni hagas lo que nosotros querríamos que hicieras! 


Cerremos los ojos y volvamos por un instante a la infancia...


¿Podríamos contar cuántas veces vivimos situaciones como las que mencioné? 
Estoy segura de que sí...
Algunos de nosotros, felizmente, podremos recordar "el aliento" que nos daban nuestros padres, pero otros... qué mal nos sentimos al recordar cómo minimizaban y hasta despreciaban nuestros juegos, ¿o eran sueños?, que tanto nos entretenían y que eran un preámbulo de lo que tal vez, de adultos, fuera nuestro verdadero "tao" para llegar a ser nosotros mismos.

De todos modos, cuando atravesamos momentos terribles, podemos salir airosos y fortalecidos de casi cualquier situación, siempre y cuando nos miremos con brutal honestidad.

Tal vez, al principio, en nuestro interior, sólo observemos un cuadro que no tiene ni forma ni color, así que no esperamos nada de la vida, porque estamos en un estado mental raro, por definirlo de alguna manera. 
¿Pero qué pasa luego?

Al tiempo de observarnos a consciencia... mágicamente empezamos a sentir una unión entre ese niño que fuimos hace tantos años y el adulto que somos hoy. Y si bien, cada uno conserva su individualidad, el "fruto" de esa unión tiene el lenguaje, la estructura y el sentir de un niño, pero un niño completo, íntegro y acabado, del
que hoy somos "tutores", ¡por lo que ya no tenemos excusas para no prestarle atención!
Ese niño, ahora, ya no puede escuchar lo que le decían "otros adultos". Ese niño, "hoy", depende sólo de nosotros.  Y ese adulto que somos le puede hacer ver que no podríamos valorar la felicidad sin haber conocido el desencanto ni apreciar el placer sin haber conocido el dolor.
Así, cuando el niño lo comprende, comenzamos a darnos cuenta de que podemos vivir un renacimiento, y de que, igual que los alquimistas, estamos listos para convertir cualquier metal en oro. ¡Y ahí el gozo es realmente colosal!

Les decía al comienzo que la vida nos conduce por caminos insondables y profundos. Por mi parte, siento que llevo vividos cuatro renacimientos claramente identificables y que hace tiempo, a partir de un diagnóstico médico desfavorable, comencé a transitar el quinto...
Ahora, revirtiendo el bagaje que traía de los anteriores, me encuentro subyugada a toda la energía que me impulsa hacia adelante y por eso, me siento realmente afortunada, ya que no mucha gente puede decir que ha vivido intensamente... aunque todos podrían renacer a una vida intensa, si se lo propusieran a consciencia.

Desde ya, en primer lugar, agradezco a la gente que, verdaderamente, me ama, incluidos los amigos que conocí transitando diferentes países y los que están en Argentina, aunque en ciudades distantes, porque siento, a través de lo que escriben, su buena energía. También agradezco a los amigos cuya geografía es más cercana,  porque con ellos disfruto la cercanía física que tanto bien nos hace. Por último, agradezco a los conocidos que me aprecian, porque ellos pueden ser los  amigos del mañana.

En los albores del quinto renacer, el arte se presenta hoy como mi compañero de ruta y eso me place plenamente; por eso, los invito a compartir mi canto, para que disfrutemos juntos y, a través de las canciones, nos animemos a hacerle un striptease al alma.


Publicado por Adriana Pibai en 16:07 No hay comentarios:
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miércoles, 28 de septiembre de 2011

La Cartera... Un Objeto de Deseo. Parte II






Ya conocimos en la entrada anterior la historia de la cartera...  ¿Y ahora?
¡Ahora queremos tenerlas!



¡¡¡¡¡Y lo peor es que nos gustan todas: chiquititas, medianas, grandes y enormes!!!!!


Ellas tienen su encanto y son nuestro objeto de deseo; ya casi han dejado de ser accesorios, para convertirse en parte del atuendo principal. 
Si pudiéramos comprarlas, todas nos vendrían bien para distintas ocasiones. ¡Ay sí!  Ésta la usaría para combinarla con ese traje que tanto me gusta para trabajar, esta otra, para cuando reciba el premio revelación, aquella para ir a ese encuentro taaaan especial y aquella otra para la fiesta de mi amigo Pedro. ¿Ocasiones para usarlas? ¡Tenemos infinidad!



¿Pero cualquier cartera es adecuada para todas? Definitivamente, no. ¿Por qué? Por razones de imagen y proporciones en relación a nuestra contextura, dependiendo de si somos bajitas, de estatura media o muy alta o si nuestro cuerpo es grueso, flaco o regordete.
Debemos tener en cuenta que los que nos miran, centran su atención en la zona del cuerpo donde cae la cartera, así que si somos corpulentas en la parte superior, siempre es mejor elegir una cartera larga y no una que quede a la altura de nuestro pecho o si, por el contrario, somos voluminosas en la parte inferior, la correa o la cadena de la cartera debería ser más bien corta.
Respecto al tamaño, debería conservar cierta similitud con nuestro cuerpo. ¡Es muy desagradable ver caminar a una mujer menuda con una cartera gigante o viceversa, a una mujer grandota con una mini cartera! En el primer caso, parece que la cartera es la que lleva a la mujer y en el segundo, es casi ridículo ver cómo la mini cartera se pierde en el cuerpo de una mujer enorme.


En cuanto a los colores, pueden combinarse al tono con la ropa que llevamos puesta, usar colores que se complementen entre sí o, para las más osadas, combinar colores no complementarios. De todos modos, es preferible elegir los que correspondan a nuestra paleta de color, independientemente de los dictados de la moda.
Si bien ya no se considera un must que el color de la cartera sea igual al de los zapatos, sí sigue siendo una regla combinar los colores con el del cinturón.


 Por último, tengamos en cuenta que la belleza no reside en las medidas perfectas, sino en la armonía entre nuestro cuerpo y lo que usamos para adornarlo.


 A las cibernautas que siguen Estilo "A":
¡Me encantaría recibir sus comentarios y que me contaran una historia breve sobre su cartera preferida!


Publicado por Adriana Pibai en 13:10 3 comentarios:
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lunes, 15 de agosto de 2011

La Cartera... Un Objeto de Deseo. Parte I

Museo de Amsterdam
La historia de la cartera viene de muy antiguo. Aunque no se conoce con exactitud cuándo o quiénes la crearon, podemos decir que la cartera fue testigo fiel de la evolución de la humanidad y se adaptó y modificó según las distintas etapas históricas. 
Ya en la antigüedad mujeres y hombres usaban una especie de bolso hecho con la piel de los animales que cazaban, para llevar lo necesario en sus desplazamientos nómades. Con el tiempo y a medida que lo que se transportaba iba cambiando de forma o de tamaño, estas simples bolsas se fueron "hermoseando" con cordones. 
En la Edad Media, el bolso de las damas se confeccionaba con la misma tela del vestido y era una especie de bolsillo que se llevaba atado a la cintura.
Cartera indígena
A fines del s XVIII las carteras se volvieron mucho más estilizadas y empezaron a usarse colgadas del brazo, en lugar de colgar del cuello, del hombro o de la cintura, como se hacía antiguamente. Se confeccionaban en seda de colores o en terciopelo y se cerraban con cordones, ya que el cierre, tan común en nuestros días, fue diseñado y patentado por el sueco Gideon Sundback, recién en 1912. Anteriormente, hubo dos diseños de cierres, pero como eran muy poco prácticos, no pudieron ser comercializados.







Miser purses



A principios del s XIX, el bolso, monedero o cartera se popularizó y así aparecieron los monederos de los pobres, que parecían medias; contaban con un par de anillos para ajustarlos y evitar así que se cayeran las monedas. 

Monedero indígena

Los materiales de los bolsos o carteras fueron variando con los años y se hicieron de lona, plata, bronce, de nácar y hasta de caparazón de tortuga, aunque con la revolución industrial, comenzaron a aparecer otros materiales que resultaban menos costosos. Los más apreciados por la clase media, fueron los de cuero, porque eran sólidos y podían llevarse con mayor comodidad, aunque también se hicieron populares las carteritas más "paquetas", para la noche, de malla metálica, tejidas o bordadas en mostacillas.

Después de la segunda guerra mundial, la mujer se incorporó definitivamente al mundo laboral y fue allí cuando las carteras se volvieron más prácticas, así se puso de moda la bandolera, que dejaba las manos libres. Y desde esa época hasta hoy, las bandoleras y los morrales se convirtieron en un accesorio sumamente útil para la vida urbana, tanto para hombres como para mujeres.





Para ahondar más en el tema, pueden ver el museo del bolso en España, cuyo sitio web es www.museodelbolso.com. También está el museo de Holanda y el museo virtual del bolso en Facebook.


CONTINUARÁ...

Publicado por Adriana Pibai en 21:57 No hay comentarios:
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miércoles, 3 de agosto de 2011

Duelo por Nuestra familia de Cuatro Patas


Mientras releía esta entrada pensaba qué bueno sería si, a través de ella, pudiera hacer reflexionar a los que creen que los perros son seres inferiores o, lo que es peor, meros objetos descartables que no merecen ser tratados como un miembro más de la familia...
Subí esta foto, como un humilde homenaje a la niña Jimena y su amada Simona, cuya historia está en el ciberespacio y es, realmente, emocionante.

Decidí publicar en inglés la nota de Maria Goodavage para que la disfruten los que pueden leerla en su idioma original, pero también incluyo mi propia versión de la traducción al castellano, porque creo que merece ser leída y difundida por mucha gente. Es mi granito de arena para comenzar, tal vez, un debate acerca de la importancia de tratar a los animales como seres ligados a nuestros afectos más profundos.

Anoche cuando volvía a casa después de viajar 10 días y de haber estado buscando material para mi próximo libro: "Soldier Dogs", alcancé a oir a una pasajera en el aeropuerto Kennedy que le contaba a un compañero de oficina que iba a buscar otro trabajo, ya que su perra había muerto la semana anterior y ella no se había podido tomar el día por fallecimiento. Parece que, al final, había faltado "por enfermedad" un par de días para estar al lado de la perra; su jefe sabía lo que estaba pasando pero se negó a concederle un solo día después de que la perra muriera.
"Él no entiende, la verdad... nadie lo entiende", dijo la chica. "Si hubiera sido un primo me hubieran dado el día y todos lo hubieran entendido. ¡Pero que Dios no permita que sea un perro el que viva por y para vos todos los días de su vida!"
La chica tiene razón. Sólo quienes perdieron un perro pueden entender. Porque esa gente sabe cómo duele la muerte de un ser querido... por más que uno tenga una vida plena... qué confusión, qué profundo vacío y qué depresión se siente. El que lo pasó, entiende de qué estoy hablando. Seguramente en esa oficina, nadie había pasado por algo similar. La chica todavía estaba dolida y su dolor me afectaba, pero como  el compañero le estaba prestando "la oreja", no me metí...
Cuando llegué a casa, empecé a leer, atentamente, en internet historias perrunas para ver si valía la pena incluir alguna en el blog y encontré un artículo del Huffington Post del día de ayer. Fue una gran coincidencia que el título dijera "No nos dan licencia por fallecimiento cuando se nos muere un perro". Hablaba sobre el perro del periodista y sobre la idea de que la "licencia por fallecimiento" se extendiera a nuestros "familiares" de cuatro patas. Ahí me di cuenta de que había llegado el momento de hablar del tema. 
Así que les pregunto a Uds.: ¿qué experiencia tuvieron en el trabajo cuando se les estaba muriendo un perro y qué pasó el día después de la muerte? ¿Los demás podían entender lo que sentían o eran insensibles a lo que les ocurría? ¿Pudieron elaborar la pérdida? ¿Qué políticas debería implementar una empresa para ayudar a sus empleados a sobrellevar la muerte de su perro? 
Creo que reflexionar sobre estas preguntas y otras cuestiones referidas a la legislación y los animales domésticos sería más que interesante, no?


Last night on the way home from my 10-day research trip for my book, Soldier Dogs, I overheard a passenger at JFK Airport telling a colleague about how she needs to find another job because her dog died last week and she couldn’t get a day off to cope with her loss. She’d apparently taken a couple of sick days to be at her dog’s side at the end, but her boss knew what was going on, and refused to give her an honest day off the day after she had to euthanize the old girl.
“He didn’t get it, no one there really gets it,” she said. “If it were a cousin I’d get the day off and people would understand. God forbid it’s a dog who lived for you every day of her life.”
She’s right. People who have lost a dog can empathize. They know how hard the death of a dog hits. It can come from left field and leave you stunned, empty, depressed. The hole in your life, even if you’ve got a full life, is deep. If you’ve been there, you know. Clearly no one in that woman’s office had walked that painful road. The woman still ached. I ached for her, but she had the colleague’s ear, so I stayed out of it.
Once I got home, I was perusing some dog stories online to see what might be worth reporting on the blog, and I ran across a Huffington Post article from yesterday that addressed the same issue.  It was a big coincidence, right down to the title, which read, “You Don’t Get a Day Off When Your Dog Dies.” It’s about the author’s dog, and the idea of bereavement benefits being extended to four-legged family members. I knew this was a topic whose time had come.
So I ask you: What have been your experiences in dealing with work when your dog was dying or after she died? Were people understanding? Were they uncaring? Did you get time off to process your loss? What kinds of policies do you think companies should have to help people cope after a dog dies? I think this will be an interesting conversation.

By: Maria Goodavage
http://www.diariopanorama.com/seccion/nacionales_16/una-nena-que-no-pudo-recuperar-a-su-perra-perdida-murio-de-tristeza_a_82694
Publicado por Adriana Pibai en 17:44 1 comentario:
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jueves, 30 de junio de 2011

¿Por dónde comenzar a escribir un trabajo monográfico, una tesis o una tesina?

¿Cuántas veces nos preguntamos cómo hacen los escritores para escribir tan bien? La respuesta no es fácil ni simple...
Por ahora, sólo puedo decirles que a pesar de que, en general, llevamos muchísimos libros leídos pero muy pocos o ningún texto escrito, no es imposible escribir bien, más aún cuando se trata de un trabajo que debemos presentar para "graduarnos" en la universidad, porque siempre tendremos un profesor a mano, que hará de tutor o guía, presto a echar luz a nuestros puntos oscuros.
En principio, les aseguro que nos enfrentaremos a un gran desafío, al que he decidido llamar "trabajoso" proceso creativo, cuyo resultado final será un escrito fluido, claro y ameno.
Ante todo, tenemos que ser conscientes de que la experiencia de investigación o de compilación para escribir un trabajo nos será siempre útil en nuestra futura vida profesional, porque un trabajo bien escrito sirve, ante todo, para aprender a coordinar ideas y éste no parece ser un tema menor, no? Más aún cuando tenemos determinado tiempo para entregarlo. Se supone que tiene que existir un lapso mínimo de 6 meses y uno máximo de 3 años entre la primera idea y la entrega del trabajo final.
Pero antes de sentarnos a escribir, aclaremos que, aunque no haya una manera única de decir las cosas, debemos tener un plan de trabajo y saber que las palabras no son inocuas, sino que nos describen y definen como autores de cualquier escrito. Es fundamental crear un “mapa” del camino que vamos a recorrer a través de las palabras y las oraciones, porque, sepámoslo, “somos, para bien y para mal, lo que decimos y escribimos“. 
Nuestro plan de trabajo deberá constar de una introducción, un desarrollo y un final. Pero es bueno recordar que el lenguaje escrito tiene sus propias reglas formales, gramaticales y sintácticas, que difieren de las del lenguaje lenguaje oral o coloquial.
La escritura es sólo un medio, un puente entre el lector y el autor, así que primeramente tenemos que “crear mentalmente” un lenguaje en común con el lector e incorporarle elementos que le faciliten el acceso a nuestras ideas. De otro modo, nuestros lectores se sentirán subestimados y se quedarán sin entender qué quisimos significar con lo que escribimos, o lo que es peor, de qué o de quiénes hablamos y dónde queremos llegar con nuestra presentación escrita. 

Nada mejor, entonces, que escribir el título del trabajo y quizás, también, un subtítulo. Recién después comenzaremos a desarrollar la introducción y a continuación, el índice. 
Opino que es mejor que el índice vaya al principio para que el lector tenga rápidamente una idea de lo que va a encontrar al leer todo el trabajo porque, aún cuando haya que modificarlo, puede hacerlo más tarde sin problemas.


Dice el maestro Umberto Eco, “escribir cuanto antes el índice como hipótesis de trabajo sirve para definir cuanto antes el ámbito de la tesis”. “El plan de trabajo comprende el título, el índice y la introducción. “Un buen título ya es un proyecto”.

Ahora bien, una vez elegido el tema del trabajo para la Licenciatura o el Doctorado, vamos a decidir si queremos que sea de investigación o de compilación, monográfico o panorámico, científico, histórico o de actualidad.
Es muy importante definir cuanto antes el verdadero objeto de la presentación para plantear desde el principio el problema del acceso a las fuentes (que no siempre son accesibles) y discernir si estamos capacitados para manejarlas. Cuando se trabaja con libros, una fuente de primera mano es una edición original o una edición crítica de la obra, pero una traducción no es una verdadera fuente y una antología tampoco, si bien son útiles como primera aproximación. 

Tengamos en cuenta que para un lector avezado, todo se trasluce; cuando el alumno emplea ”trucos engañosos”, el profesor los nota, porque el escrito no fue preparado con los estándares universitarios mínimos, ni a conciencia, ni con pasión, sino que fue el medio para salvar un escollo: el examen final. Escribir una monografía o una tesis es casi como escribir un libro; es un ejercicio de comunicación que supone la existencia de un lector participativo. 
¿Y el lenguaje?¿Qué utilizamos: Yo o nosotros?
Se pueden introducir opiniones personales  y decir “yo pienso que...” ? Algunos creen que sí, otros, que no, porque suponen que escribir es un acto social, por lo tanto, deberíamos usar "nosotros pensamos que...", porque lo que afirmamos es compartido por los lectores.
FUENTES


¿Cómo obtener los datos para un tema de actualidad? Las fuentes generalmente son los documentos oficiales, las entrevistas a los interesados mismos y a determinadas personas que consideremos fidedignas o autorizadas en determinados temas. Para las declaraciones de los entrevistados, se elaborará un cuestionario a fin de que "todas" las personas puedan responder a "todos" los temas que consideramos importantes y que cualquier negativa a responder, quede registrada.

FICHA DE TRABAJO
Es otro elemento a tener en cuenta antes de comenzar el borrador propiamente dicho, porque con un simple golpe de vista, sabremos qué leímos y qué nos queda por leer; además, las fichas pueden servirnos como “disparadores” y “recordatorios” cuando nos trabamos con algo o sentimos que no podemos seguir adelante con la escritura.

Podemos hacer fichas completas de:
  • lectura de libros, artículos o leyes
  • citas u observaciones 
  • fuentes primarias
  • fuentes secundarias o datos sobre los autores 


BIBLIOGRAFÍA
Otra punto importante es saber qué bibliografía vamos a elegir, porque un trabajo monográfico debe tener una bibliografía final. Una vez determinada, podemos especificarla de la siguiente forma: 
  1. El autor, comenzando por el apellido y luego, el nombre. Por ej. Eco, Umberto
  2. Año de edición. Por ej. 1977
  3. Nombre del libro. Por ej. Cómo Se Hace Una Tesis
  4. Lugar de edición, seguido por una coma. Por ej. Barcelona,
  5. Nombre de la Editorial. Por ej. Gedisa S.A. 
  6. Entre comillas o paréntesis, número de la edición que nosotros consultamos. Por ej. (23ª ed.)

CITAS y NOTAS
Incluir una cita supone que uno comparte la idea del autor citado, a menos que el fragmento vaya precedido o seguido de expresiones críticas.
En cada cita deben figurar claramente el autor y la fuente impresa o manuscrita; si así no lo hiciéramos, estaríamos cometiendo un plagio.


En general, las notas sirven para agregar a un tema mencionado en el texto otras indicaciones o ampliaciones; por ej. la introducción de otra cita de refuerzo que en el texto estorbaría. Independientemente del tema,  “Citar un autor de quien se ha empleado una idea o una información es pagar una deuda”...  ...”advertir de que una serie de ideas originales que estamos exponiendo no habrían surgido sin el estímulo recibido por la lectura de tal obra o por las conversaciones privadas con tal estudioso”. Este último tipo de notas nunca tiene que ser demasiado larga para que no se convierte en un apéndice y como tal, se incluya y enumere al final del trabajo.


OTROS PUNTOS IMPORTANTES

Una tesis bien organizada deberá tener muchas referencias internas porque si no es así, cada capítulo sigue su “vida propia”, como si fuera un compartimiento estanco y eso no es lo más conveniente.




Es de buena educación incluir al principio o al final del trabajo una nota de agradecimiento a las personas que nos hayan ayudado de alguna forma en la producción del escrito.
No atribuyas a un autor/a una idea que él/ella transcriba como idea de otro, porque quizás la idea fue transcripta pero no por eso, “aceptada”.
Por otro lado, no puedo dejar de advertir que el colonialismo idiomático existe y que, gracias a la globalización y a internet, está más vivo que nunca. 
Si bien la mezcla de culturas es realmente una fiesta, no nos confundamos. Nuestro idioma es uno de los más ricos del mundo y deberíamos honrarlo, empleando la increíble cantidad de palabras que tenemos para describir las más variadas situaciones y compartirlo, luego, con el resto de los idiomas. Pero, lamentablemente, cada vez estamos más colonizados, especialmente por los anglosajones y sucede exactamente lo contrario: nos empobrecemos cada vez más y “castellanizamos” palabras ajenas que no pueden equipararse nunca con la belleza y significación que tienen las propias, en castellano propiamente dicho.
Cuidado, entonces, con los llamados false friends o false cognates (en castellano: malas traducciones) Palabras que son similares en distintos idiomas pero cuyo real significado es absolutamente distinto. 

¡Date el gusto!¡Si existe la palabra en castellano, usala correctamente!

No digas: qué “bizarra” es la película, (por bizarre en francés o inglés) cuando sabés que “bizarre” en castellano significa “rara o extraña” y no bizarro, que en su real acepción es valiente. Tampoco digas me siento “como embarazado” (por embarrassed, en inglés o embaraçado, en portugués) cuando querés decir “avergonzado”. Podría enumerar cientos de ejemplos: "bello" (por velho en portugués) en lugar de viejo, “aplicación” (en inglés, apliccation) por formulario, cuando en realidad la aplicación está relacionada con la afición con que se hace una cosa, consistente (por consistent, en inglés) en lugar de coherente, carpeta (por carpet, en inglés) en lugar de alfombra, etc, etc.
Finalmente, tengamos en cuenta que la elocuencia no está dada en la cantidad de palabras que logremos escribir sino en la intensidad y el estilo con que podamos informar, conmover o persuadir sobre algo y plasmarlo en un papel.





Agradezco profundamente a dos autores geniales, por haber escrito y desarrollado con absoluta claridad y simpleza, procedimientos de estudio, ideas y pensamientos maravillosos: el italiano Umberto Eco, por su libro "Come si fu una tesi di laurea", cuya versión castellana de Lucía Baranda y Alberto Clavería Ibáñez se llama "Cómo se hace una tesis" y el argentino Juan Carlos Kreimer, por su libro ¿"Cómo lo escribo"?, obras a las que consulto frecuentemente, porque se convirtieron en mis libros de cabecera a la hora de escribir.

Publicado por Adriana Pibai en 21:28 5 comentarios:
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Adriana Pibai
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
Toda mi vida escribí para otros o traduje textos de otros. Hoy, pongo toda mi pasión y conocimientos al servicio de mi primer libro. Sueño con hacer un aporte que logre modificar el paradigma actual de la relación "humano-perro". Ojalá que mi libro "Mirada animal. Somos perros, no mascotas" se convierta en un pivot que contribuya a ese cambio tan ansiado por animalistas y defensores legales de los animales.
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sí. Tema Filigrana. Imágenes del tema: Jason Morrow. Con la tecnología de Blogger.