lunes, 15 de agosto de 2011

La Cartera... Un Objeto de Deseo. Parte I

Museo de Amsterdam
La historia de la cartera viene de muy antiguo. Aunque no se conoce con exactitud cuándo o quiénes la crearon, podemos decir que la cartera fue testigo fiel de la evolución de la humanidad y se adaptó y modificó según las distintas etapas históricas. 
Ya en la antigüedad mujeres y hombres usaban una especie de bolso hecho con la piel de los animales que cazaban, para llevar lo necesario en sus desplazamientos nómades. Con el tiempo y a medida que lo que se transportaba iba cambiando de forma o de tamaño, estas simples bolsas se fueron "hermoseando" con cordones. 
En la Edad Media, el bolso de las damas se confeccionaba con la misma tela del vestido y era una especie de bolsillo que se llevaba atado a la cintura.
Cartera indígena
A fines del s XVIII las carteras se volvieron mucho más estilizadas y empezaron a usarse colgadas del brazo, en lugar de colgar del cuello, del hombro o de la cintura, como se hacía antiguamente. Se confeccionaban en seda de colores o en terciopelo y se cerraban con cordones, ya que el cierre, tan común en nuestros días, fue diseñado y patentado por el sueco Gideon Sundback, recién en 1912. Anteriormente, hubo dos diseños de cierres, pero como eran muy poco prácticos, no pudieron ser comercializados.








Monedero indígena

Los materiales de los bolsos o carteras fueron variando con los años y se hicieron de lona, plata, bronce, de nácar y hasta de caparazón de tortuga, aunque con la revolución industrial, comenzaron a aparecer otros materiales que resultaban menos costosos. Los más apreciados por la clase media, fueron los de cuero, porque eran sólidos y podían llevarse con mayor comodidad, aunque también se hicieron populares las carteritas más "paquetas", para la noche, de malla metálica, tejidas o bordadas en mostacillas.

Después de la segunda guerra mundial, la mujer se incorporó definitivamente al mundo laboral y fue allí cuando las carteras se volvieron más prácticas, así se puso de moda la bandolera, que dejaba las manos libres. Y desde esa época hasta hoy, las bandoleras y los morrales se convirtieron en un accesorio sumamente útil para la vida urbana, tanto para hombres como para mujeres.





Para ahondar más en el tema, pueden ver el museo del bolso en España, cuyo sitio web es www.museodelbolso.com. También está el museo de Holanda y el museo virtual del bolso en Facebook.


CONTINUARÁ...

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