jueves, 10 de marzo de 2011

¿Cómo armo la valija?


Podríamos mencionar tantos métodos como viajeros hay en este mundo, pero a la hora de armar la valija, conozco sólo dos que son realmente efectivos: 
  • El método quizás más conocido, que es el de guardar toda la ropa estirada.
  • Y el que aprendí con Tomoko Higuchi, hace muchos años en New York  (ella me ayudó a organizar dos de las tres valijas que traje cuando regresé a Argentina). Es el método de “enrollar” muy firme toda la ropa para que ocupe menos espacio y no se arrugue. 

¡Aunque no lo crean, todo lo que ella acomodó, llegó absolutamente impecable! De todos modos, hay que ser muy ducho con esta técnica, porque si no, se da el efecto contrario, los rollos “gordos” pueden ocupar más lugar que si la ropa se guardara estirada.
Por supuesto que la idea es, en ambos casos, llenar todos los espacios de la valija.

Debo decir que desde el “método Tomoko” en adelante, hubo muchísimos km. recorridos y así llegué a tener mi propia organización: un mix del "estirado" más el "enrollado".
Cuando voy a viajar, comienzo haciendo una lista de lo que creo que voy a llevar en la valija. Esto es importantísimo porque a la hora de repasar lo que ya hemos acomodado y controlar que no nos hayamos olvidado de nada, es muchísimo más fácil y práctico leer un simple listado que "espiar" cosa por cosa dentro de la valija.

Entonces, con papel en mano, me paro frente al placard y comienzo a sacar la ropa, según la lista que armé. 
Despliego todo sobre la cama porque eso me da una idea de la cantidad de ropa elegida y si hiciera falta, saco o agrego algo, según el cálculo de cantidad de prendas por cantidad de días. Traigo la valija y... ¡comienzo la tarea de acomodar!
Primero, al fondo, ubico lo más pesado, como algún abrigo, cartera o zapatos y botas que, depende del espacio con que contemos, van a ir juntos o separados, pero siempre en una bolsa, para no ensuciar nada con la suela. ¡Como detesto las bolsas de nylon, mis zapatos van siempre en bolsas de tela!
Pablito



En el caso de que viajemos con chicos, lo más práctico es llevar un bolso aparte con el calzado de todos. Así no ensuciamos ni arrugamos la ropa que está en la valija y además, no tenemos que ponerlos en bolsas.





Una vez lista la base, voy armando diferentes capas hasta llegar a la ropa más liviana y delicada, como los vestidos, las blusas o las túnicas. 
La pila que vamos armando deberá ser bien pareja; por ejemplo: si ponemos un pantalón con la cintura hacia la derecha, el que pongamos sobre éste, deberá estar ubicado al revés, para evitar desniveles.
Respecto a los pantalones, me gusta colocarlos con las piernas fuera de la valija para ir armando la pila adentro, hasta llegar al final, momento en que doblo las piernas hacia adentro, como envolviendo la pila de ropa.
En los bolsillos o compartimientos de la tapa y los costados de la valija ubico alguna bijou (nunca suelta, por supuesto, sino en bolsas o envoltorio ad hoc)), corbatas, chalinas o pañuelos de seda y prendas más delicadas.
Los cinturones pueden ir enrollados en algún rincón o a lo largo, estirados a los costados de la valija.
En cuanto a la ropa interior, el secreto está en hacerla “bollito” y meterla entre los rincones libres o bien dentro del calzado.

Ahora bien, si en vez de una valija, decidimos llevar un bolso, tenemos que prepararlo con mucho más cuidado, para que la ropa no se arrugue. 





Y aquí sí recomiendo sí o sí un mix de los dos métodos.
Si el bolso no tiene una base sólida, armada, lo mejor es poner en el fondo un jean o más pantalones estirados y doblados o una prenda fuerte como algún abrigo de jean, lana o cuero. Haciendo esto, no se arrugarán las prendas que coloquemos encima.





Una vez formada la base, coloco las demás prendas perfectamente “enrolladas” para que el bolso tenga una mejor forma. Dispongo los rollos “apretaditos” dentro del bolso, uno al lado del otro y relleno los huecos con medias, ropa interior u otros objetos pequeños.
Una vez armado, el bolso tendrá una forma pareja, similar al fucsia de la foto y, seguramente, la ropa llegará bien a destino, lista para usar y sin tener que planchar nada.

¡Pero a nosotras, las mujeres, todavía nos falta elegir los cosméticos que vamos a llevar! Aunque, pensándolo bien... no sólo nosotras los usamos. 
¡Mientras tanto, vean este interesante video de Eileen Hansen, porque los cosméticos y remedios serán tema de una próxima entrada!


1 comentario:

Héctor dijo...

como siempre muy bueno tu artículo, muy útil...